5 de marzo de 2009

Vendaval


Esta mañana, con cuarentaitantos kilómetros por hora, el viento me desgarraba por fuera y sin embargo la calma interior era inmensa. El bálsamo de la amistad sincera borraba toda huella de dolor y la angustia de la noche había dejado paso a una mañana tan soleada como fría. La lluvia ha vuelto, pero ya nada puede perturbarme...
A Javi
Para Yolanda

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Caray!!! Muchísimas gracias por estas palabras que me regalas. La verdad es que me has dejado sin ellas, yo que siempre tengo la manía de quebrarlas en frases intentado decir algo. Uf!!! Sólo se me ocurren unos versos de Angel González (hoy aparco a mi querido Elytis):

"!Mañana! Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre."

Muchas gracias Marta. De corazón. :o)

Mil bicos sinceros.

Magisma52 dijo...

Gracias a ti, por tu fidelidad "bloguera" y por tus palabras, que son las que inspiraron las mías.
Esta tarde al volver del curro venía pensando en una cosita que voy a prepararte... mejor me pongo a ello directamente (aunque ya he estropeado el efecto sorpresa, jeje).

Besiños,

Marta