El concierto de Chris Isaak me ha abierto los ojos. Pensaba titular esta entrada "¿Prepotencia o saber hacer?" o "Humildad, ¿quién la necesita si eres un genio?", pero pensándolo mejor quizá sea demasiado fuerte. Sencillamente me ha parecido un tío que lleva mucho años en esto, los suficientes como para tenerlo bien clarito: estoy aqui para divertirme, os doy lo que queréis a un módico precio y yo consigo lo que necesito. Sería algo así como "hago reír y me río". Ya está. Es sólo un juego en el que todos salimos ganando.
Por lo demás, su voz, los músicos, perfectos, como no podía ser de otra manera después de 25 años juntos. Quizá el sonido no muy limpio (la guitarra, las voces en tonos altos...), pero ¡qué más da! Consiguió que nos olivdaramos del fútbol (para luego recordárnoslo) y nos regaló perlas del tipo:
"Gracias por apoyar la música en directo y, sobre todo, gracias por perderos el partido. Yo no hubiera podido. De hecho, el batería tiene un transistor ahí detrás...".
"No, no, Silvia. Esto no son Las Vegas" (después de vestirse, bailar y comportarse como el mismísmo Elvis).
Y mi favorita (que va derechita a la sección de frases célebres): "Mamá, te mentí. No he ido a ver el partido... He estado en un concierto de una banda americana... y he subido al escenario a bailar... y me he enamorado de uno de ellos, pero no te preocupes, no es músico... es el bajista".
Hala, pues ahí os dejo con su más que cariñoso "Love me tender" (qué crack):
De los teloneros, Arizona Baby, ya hablaré más detenidamente en una entrada para ellos solitos; se lo merecen.
1 comentario:
Preciosa crónica, pardiez!
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