Ya me gustaría a mí, pero no, lo que quiero decir es que sigo descubriendo nuevos grupos escoceses, esta vez más tipo brit o rock independiente: Idlewild se formaron en 1995 en Edimburgo. Les descubrí gracias a su álbum “Scottish Fiction: Best of 1997 – 2007”, en el que recopilan lo mejor de su carrera hasta entonces, y su último disco de estudio “Post Electric Blues” del que podéis escuchar algunos temas en su MySpace. Os dejo con uno de mis temas favoritos: “No emotion”.
27 de agosto de 2010
13 de agosto de 2010
Noel Eadie ¡Te quiero!
- Por ser un gran músico, cantante (y profesor, seguro).
- Por enseñar a Margaret MacLeod a cantar utilizando las armonías vocales que hicieron famoso al grupo Na h-Òganaich allá por los 70.
- Por mantener la compostura ante la bronca de Mick MacNeil que, con la aquiescencia de sus compañeros de grupo, le vino a decir de malas maneras que los arreglos que había compuesto con todo su cariño en su casita de Lewis para el disco “Gun Stad” era una mierda y no valían para nada… y sin echarse a llorar!!! (Ver min.4:20 en adelante).
El asunto ha dado para una interesante discusión, que podéis seguir en este foro: http://www.footstompin.com/public/forum?threadid=709641 (yo estoy especialmente de acuerdo con nic a' phlutes).
En mi opinión el disco no necesita la orquestación, en ocasiones ridícula, que tiene porque con la simple grabación de sus voces (sin retoques en Abbey Road ni ná) hubiera valido su peso en oro (multiplicado por mil, que los CDs son muy ligeros).
¡Qué gran descubrimiento este grupo para las nuevas generaciones! ¡Qué pena que el resultado final no suene tan redondo como podría haber sido! Que le intenten dar un nuevo sonido a sus viejos temas, genial. Que a Mick MacNeil se le vaya la pinza y realice unos arreglos desfasados, un desacierto. Que le falte así al respeto a un músico fabuloso, deplorable. No tenía el gusto, pero visto lo visto me parece alguien bastante prepotente y maleducado. Ah, y un hortera musical, por cierto.
Esta opinión está basada en el claro contraste existente entre los temas a capella como "Ars' an Gobha Fuiricheamaid" o "'S fhada leam an oidhche gheamhraidh", y los arreglados de esa manera como "Màl na mara" o "Mhòrag, leat shiùbhlainn".
Pero el disco está ahí y es una joya por el simple hecho de que estos tres artistas, con sus cualidades y diferencias, se hayan vuelto a reunir después de tantos años para regalarnos nuevas interpretaciones de las mejores canciones que se han escrito en gaélico, las de Murdo MacFalarne (con el permiso de los hermanos Macdonald y de mi querido Calum Martin).
Conclusión: quedo a la impaciente espera de nuevas grabaciones (con nuevos productores, a ser posible) para seguir disfrutando de sus maravillosas voces y su amor por su tierra y su cultura.
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